domingo, 25 de octubre de 2009
Lectura para cuarto de ESO
jueves, 22 de octubre de 2009
PALABRA EN EL TIEMPO. LA POESÍA DE ANTONIO MACHADO
Comenzó Antonio Machado su incursión en la poesía y en el modernismo hispánico con Soledades, publicado en 1903; en este libro el autor intenta ahondar en la intimidad, en su propio yo, a través de los recuerdos y la reflexión sobre los temas que él llamó “universales del sentimiento”, esos sobre los que el ser humano ha venido reflexionando a lo largo de todos los tiempos: el amor, la soledad, la melancolía, el paso del tiempo… A pesar de que Soledades en su edición de 1903 guarda grandes resonancias modernistas, y de que Antonio Machado en su posterior edición de 1907 eliminó los poemas más “sonoros”; más coloristas, ya podemos ver en él la voz propia, sencilla y clara del poeta de Campos de Castilla. A través de símbolos como la fuente, la noria, la tarde, o el camino, Machado va adentrándose en esos grandes temas y describiendo paisajes que no serán más que correlatos de su propio estado de ánimo: la soledad, la tristeza, la melancolía, la añoranza, serán descritos a través de paisajes de tardes solitarias, grises, mustias, cenicientas.
Nunca abandonó Machado su gusto por el paisaje. Seguirá siendo esencial en su obra posterior, pero éste irá sufriendo un cambio desde la perspectiva del autor: ya no se tratará de paisajes simbólicos, sino que Machado intentará captar un paisaje mucho más realista, para describir a través de él, en Campos de Castilla, la realidad de la España castellana, rural, histórica. Ya son las circunstancias históricas lo que interesan al poeta, que irá sufriendo un paso progresivo del interés primero por el yo de su individualidad al nosotros colectivo de los hombres y mujeres en la historia. Entrarán ahora en juego otros temas además de los que señalábamos como centrales en Soledades; de esta forma, el problema de España cobrará una importancia clave a partir de ahora, y será un tema que Machado no abandone hasta el final de su producción, desde su punto de vista regeneracionista y noventayochista. Su mayor compromiso, su afiliación a la causa republicana, hicieron que Machado se basara ahora en la descripción de ambientes y caracteres para intentar descubrir, desentrañar o explicar el carácter del hombre castellano como causa de la decadencia de España, esa España “de charanga y pandereta” dominada por la cerrazón y la apatía. Pero todo esto no le impidió tener esperanza en esa otra España que habría de venir, la España “de la maza y de la idea”, de la cultura, el trabajo, el progreso.
Después de Campos de Castilla publicará Antonio Machado Nuevas canciones ya en 1924, donde deja plasmadas sus inquietudes filosóficas y su poética del futuro. En este libro ya vemos cómo sus poemas cada vez se hacen más sintéticos, más “esenciales”, por decirlo de algún modo, estando, por una parte muy cercanos a la tradición popular, y por otra, a la vertiente culta de los grandes pensadores de la época.
Hasta este momento se intensifica notablemente su participación en diarios, revistas o periódicos. Debido a su mayor compromiso político cada vez son más sus escritos a favor de la república. Esto hizo que se viera obligado ya en los últimos días de su vida, a marchar a Collioure, al exilio, donde morirá, con ese primer verso de un poema que nunca acabaría, en el bolsillo: “Estos días azules y este sol de la infancia”. Quién sabe lo que estaría por venir después, qué versos continuarían ese primer alejandrino…
Su intento por captar la palabra poética, siempre en el tiempo, en la historia, por describir esa otra sentimentalidad que estaba naciendo, harán de él uno de los grandes poetas de la lengua española. Su palabra siempre perdurará en el tiempo a través de sus textos.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Entre el cielo y la tierra. Unamuno y San Manuel Bueno, mártir
Este año ya (¿por fin?) cambiaron las lecturas de 2º de bachillerato. No está mal, teniendo en cuenta la cantidad de años que llevaban las mismas puestas… Baroja, Cela… un poco pesado ya el asunto, así que este año, cambio. No sé cómo saldrá la experiencia, ni si las lecturas gustarán más o menos; yo creo que algunas son más apropiadas, y, antipatías personales aparte, necesitábamos descansar de algunas otras.
Esta semana he comenzado con San Manuel Bueno, mártir, de Unamuno. Recuerdo que esta fue una de mis lecturas obligatorias en COU; cuando lo leí me gustó bastante, y más al comprender toda la simbología que lleva dentro el libro: la fe (la montaña), la duda (el lago), los nombres de los personajes (Lázaro, el que resucita, Ángela, la mensajera…)
San Manuel Bueno, mártir, es un libro idóneo para comprender la problemática religiosa en Unamuno y en muchos otros escritores de fin de siglo. Influenciado por la filosofía de Kierkegaard, Schopenhauer y otros filósofos de la época que reflexionaron sobre la cuestión religiosa y la lucha entre razón y fe, entre vitalismo e intelectualismo, escribe Unamuno esta nivola. ¿Qué le ocurre a Don Manuel? Es un párroco que, paradójicamente, no cree en Dios a pesar de dedicar su vida a extender la conciencia religiosa en la gente de su pueblo, Valverde de Lucerna. Se nos presenta así Don Manuel como un trasunto del propio Unamuno, con sus mismas angustias, con su misma ansia de eternidad, de que su conciencia perdure a través del tiempo, con el mismo miedo a la muerte y a la nada.
Son muchos los símbolos que podemos encontrar en esta obra: el lago, símbolo de la duda en la que continuamente se sumerge Don Manuel, la montaña, fuerte, maciza, símbolo de la fe, de la fe salvadora, pero también endeble por su cercanía con el lago y por estar coronada por
Será Lázaro, finalmente, quien le cuente a Ángela el secreto de Don Manuel, esa verdad terrible; y una vez que Don Manuel lo habla con Ángela, se confiesa con ésta a la que pedirá su absolución en nombre del pueblo entero, ese pueblo que cree sin querer, por hábito, por tradición, y al que no le hace falta despertarse de ese sueño (“no hay más vida eterna que ésta… que la sueñen eterna”).
Aparecen de esta forma un gran número de simetrías en la obra: Don Manuel aparece presentado como un reflejo de Jesucristo: al igual que él, realiza un sacrificio por los demás, expande la fe entre su pueblo.
Existen muchas reflexiones que hacer a partir de esta obra. La fe, las dudas sobre la existencia en otra vida, la angustia que genera la conciencia de la finitud de la existencia, la dedicación de una persona a expandir la fe en la vida de los demás… ¿es necesario tener una creencia religiosa para intentar que los que nos rodean sean felices? ¿se vive más feliz cuanto menos conciencia se tiene del mundo que habitamos? O por formularlo de otro modo, ¿es más feliz quien menos piensa?, ¿entraña el pensamiento sufrimiento?... preguntas a las que podéis responder en este espacio. Os animo a que así lo hagáis, y a que disfrutéis de esta nivela y de la obra de su autor.
viernes, 16 de octubre de 2009
YO, EL MUNDO, LA LITERATURA Y EL CHOCOLATE
jueves, 15 de octubre de 2009
El contador y la compensatoria...
Hoy ha sido un día duro, pero también satisfactorio. Han venido un Inspector de MEC y una asesora a evaluar nuestro Plan de Compensación Educativa, ya que nuestro centro está preseleccionado para recibir un premio de ámbito estatal; lo cierto es que anima bastante ver que nuestro trabajo, el de tanta gente, es reconocido; preparación de curso, grupos, horarios, listas de clase, agrupamientos, recogida de información sobre nuestro alumnado... simplemente el hecho de estar preseleccionados ya es una especie de premio, un reconocimiento a todo ese esfuerzo.
Si planes como este salen adelante, con sus fallos, sus defectos y sus carencias, que son muchos, es gracias al esfuerzo realizado por tantos profesores y profesoras implicados en él, profesores que hemos ido tropezando, cayendo, levantándonos, para volver a buscar nuevos modelos, nuevas estructuras... la extracción del alumnado de los grupos ordinarios, los agrupamientos flexibles, el sistema de desdobles, que hoy parece ser el más adecuado... pero siempre con la ilusión y el convencimiento de que es necesario implicarse en iniciativas de este tipo si queremos que la educación llegue a todos.
Desde aquí, y nuevamente, muchas gracias a todos.
TODO LO QUE SUCEDE, SUCEDE AHORA
Como la historia de Rut y Noemí. Una de esas que encierra el libro con el que abríamos el texto. Escrito para ser escuchada y no para ser leída. Escrito para que cada oyente se posicione y saque sus propias conclusiones. Para unos, la historia de dos mujeres, de una amistad leal. Una de las mayores declaraciones de amor. Para otros, uno de los primeros relatos sobre la homosexualidad. Porque qué piensan cuando en el capítulo uno, versículo dieciséis se escucha:
“No insistas más en que me separe de ti. Donde tú vayas, yo iré; donde tú vivas, yo viviré; tu pueblo es mi pueblo, y tu Dios es mi Dios; donde tú mueras, yo moriré y allí me enterrarán. Juro hoy solemnemente ante Dios que sólo la muerte nos ha de separar.”
¿No se parecen esas palabras a una fórmula, modelo y base, que se utiliza por ahí para contraer matrimonio? Yo no voy a dar la respuesta. Es literatura. Así que ya saben. Cada uno tiene que optar ante ciertas historias. Ya sean reales o soñadas, históricas o ficticias. Ya estén olvidadas en cualquier rincón de una casa o en el fondo de una caja. Porque, y aquí el debate, lo que existe, existe porque se escribe.
miércoles, 14 de octubre de 2009
NUESTRO POEMA DEL MES DE OCTUBRE
Pocas cosas más claras me ha ofrecido la vida
que esta maravillosa libertad de quererte.
Ser libre en este amor más allá de la herida
que la aurora me abrió, que no cierra la muerte.
Porque mi amor no tiene ni horas ni medida,
sino una larga espera para reconocerte
sino una larga noche para volver a verte,
sino un dulce cansancio por la senda escondida.
No tengo sino labios para decir tu nombre;
no tengo sino venas para que tu latido
pueda medir el tiempo sin soledad un día.
Y así voy aceptando mi destino, el de un hombre
que sabe sonreírle al rayo que lo ha herido
y que en la tierra espera que vuelva su alegría.ANTONIO CARVAJAL, Miradas sobre el agua
lunes, 12 de octubre de 2009
ES MÁS LO QUE NOS ACERCA QUE LO QUE NOS SEPARA
El sábado, mientras escuchaba la radio, escuché esa cita. Se la atribuyeron a G. Orwell, autor de 1984, uno de los libros, sin duda, más inconformistas que yo haya leído. Plantea, como sabrán quienes lo hayan leído, las contradicciones, los terrores y las cadenas de una sociedad que quiere hacer de sus habitantes personas conformistas, seres no pensantes, autómatas que no se cuestionan la dirección de los pasos de sus vidas. Sin embargo, esta cita, que podría hacerse extensible a la música, la pintura, el arte en general, o el cine, volvió a mi mente ayer al salir del cine.
AGORA, la última película de Alejandro Amenábar, se centra en la figura de Hypatia, filósofa de la cual muy pocos habían escuchado hablar antes de estos días. Esta película nos hace reflexionar sobre muchos aspectos o ámbitos de la vida, pero no sólo de los de aquel Imperio Romano que entraba ya en la decadencia, sino también en el presente y nuestra historia. ¿Hemos cambiado tanto? se pregunta el director en esos momentos en los que la cámara se aleja cada vez más hasta darnos la visión de la tierra desde el espacio...
La intolerancia, el fanatismo, la incultura, el dogmatismo, el desprecio a lo que se ingnora... estaban entonces y siguen estando hoy en día, mientras que Hypatia, desde la pantalla y desde el Agora, ese lugar de encuentro, de diálogo, nos recuerda que por más que queramos empeñarnos en acentuar lo que nos diferencia a unos de otros, es más lo que nos acerca y nos hace iguales. Nos da las mismas eneseñanzas, válidas entonces y ahora, que les da a sus discípulos; desde la diferencia, la fortaleza y la independencia de quien se sabe libre de pensamiento más allá de cualquier dogma y cualquier creencia. De quien elige un modo de vida diferente, no sujeto a las normas sociales ni a las imposiciones religiosas.
Son muchas las cuestiones sobre las que reflexionar a partir de la película, que tiene tantos niveles de lectura como queramos darle: el papel de las mujeres en la Antigüedad, la importancia de la cultura y el conocimiento como fuente de libertad... Pero hay algo que me llamó la atención de una forma especial, tal vez por la poca importancia que a eso se le da en la película (exceptuando dos o tres alusiones fugaces): Hypatia, que se cuestiona todo a lo largo de sus días, el movimiento de los planetas, el brillo de los astros, la posición de la tierra con respecto al sol... ¿se cuestiona en algún momento el sistema de sociedad esclavista? ¿Por qué, si es capaz de ponerlo todo en cuestión, no tiene ningún momento de duda sobre eso?