sábado, 17 de abril de 2010

EL MEJOR MUNDO POSIBLE





EL MEJOR MUNDO POSIBLE



Aprovechando la publicación de esta Antología en la que se recoge, a modo de homenaje, parte de la obra de Pablo Neruda, hemos rescatado unos poemas que son una evocación al mundo de la lectura. Neruda es el creador de un gran legado literario universal en el que nos regala mares, continentes, memoriales, odas elementales, cantos de libertad, amor…y hasta una canción desesperada.
En este mes se nos recuerda que la lectura es el mejor compañero que podemos tener y que un libro es el mejor mundo posible por conocer. Desde las aulas y desde la asignatura de Lengua y Literatura tratamos que esto se cumpla durante todos los días del año.
De entre las páginas de este libro y de la poesía de Neruda, he tratado de entresacar, para ofreceros, una muestra de lo que Neruda sintió y expresó acerca de los libros, de la lectura, de las palabras, de la tarea del escritor…
Para todos y en especial para los alumnos de los Talleres de lectura de este curso que estáis descubriendo que la lectura puede llegar a ser el lugar donde perderse y encontrar uno de esos mundos:


LOS LIBROS


Libros sagrados y sobados, libros
devorados, devoradores,
secretos,
en las faltriqueras:
Nietzsche, con olor a membrillos,
y subrepticio y subterráneo,
Gorki caminaba conmigo.
Oh aquel momento mortal
en las rocas de Víctor Hugo
cuando el pastor casa a su novia
después de derrotar al pulpo,
y el Jorobado de París
sube circulando en las vena
de la gótica anatomía.
Oh María de Jorge Isaacs,
beso blanco en el día rojo
de las haciendas celestes
que allí se inmovilizaron
con el azúcar mentiroso
que nos hizo llorar de puros.

Los libros tejieron, cavaron,
deslizaron su serpentina
y poco a poco, detrás
de las cosas, de los trabajos,
surgió como un olor amargo
con la claridad de la sal
el árbol del conocimiento.

Memorial de Isla Negra, 1964


Neruda, en su oficio de escritor, también reflexiona sobre su paso por la Literatura y, de manera paradójica, refleja en su obra “Estravagario” lo que, para un poeta, significa el laberíntico mundo de las palabras del que nunca pudo prescindir:

[…]

De tantas veces que he nacido
tengo una experiencia salobre
como criatura del mar
con celestiales atavismos
y con destinación terrestre.
Y así me muevo sin saber
a qué mundo voy a volver
o si voy a seguir viviendo.
Mientras se resuelvan las cosas
aquí dejé mi testimonio,
mi navegante estravagario
para que leyéndolo mucho
nadie pudiera aprender nada,
sino el movimiento perpetuo
de un hombre claro y confundido,
de un hombre lluvioso y alegre,
enérgico y otoñabundo.
Y ahora detrás de esta hoja
me voy y no desaparezco:
daré un salto en la transparencia
como un nadador del cielo,
y luego volveré a crecer
hasta ser tan pequeño un día
que el viento me llevará
y no sabré cómo me llamo
y no seré cuando despierte:

entonces cantaré en silencio.

Estravagario, 1958

Para finalizar, me gustaría que reflexionáramos sobre qué libro en concreto nos ha abierto las puertas al fascinante mundo del placer de la lectura: ¿el que nos aconsejaron u obligaron a leer o el que descubrimos como un tesoro escondido?

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