miércoles, 13 de enero de 2010

SOBRE JAIME GIL DE BIEDMA


El viernes pasado se estrenó en los cines españoles El cósul de Sodoma, última película de Sigfrid Monleón, que recrea la vida del poeta Jaime Gil de Biedma (pinchad aquí para ver la noticia en El País). Este estreno ha venido arropado por una gran polémica que enfrenta opiniones sobre la película para todos los gustos: desde las críticas más feroces (por parte de escritores como Juan Marsé, por ejemplo) que sostienen que la película no recrea la personalidad del poeta sino que muestra las partes más morbosas y sensacionalistas de su personalidad, dejando de lado aspectos interesantes e importantes en su vida, hasta las que sostienen que esta recreación presenta de forma digna y respetuosa la vida de quien ha sido uno de los poetas más importantes de la segunda mitad del siglo XX español (pinchad aquí para ver las valoraciones positivas). Por otra parte, escritores o poetas como Luis Antonio de Villena han señalado como válida la plasmación del ambiente, de la época, y del grupo de intelectuales al que en aquel momento se denominó como la gauche divine.

Lo cierto es que lo que mejor nos acerca al poeta es su propia obra, sus versos, los pocos versos que escribió en toda su vida, tan profundamente honestos, tan fieles a sí mismos y a sí mismo, esos versos que muestran desde su ficción la profunda complejidad de una de las personalidades intelectuales más interesantes de las letras españolas, la continua lucha contra sí mismo de este poeta que tal vez nunca supo ubicarse en el estrecho mundo de la España de posguerra.
A modo de ejemplo, dejamos aquí algunos de sus poemas.

JAIME GIL DE BIEDMA

No es mío, este tiempo.

Y aunque tan mío sea ese latir de pájaros
afuera en el jardín,
su profusión en hojas pequeñas, removiéndome
igual que intimaciones,
no dice ya lo mismo.
Me despierto
como quien oye una respiración
obscena. Es que amanece.


Amanece otro día en que no estaré invitado
ni a un momento feliz. Ni a un arrepentimiento
que, por no ser antiguo,
-ah, Seigneur, donnez-moi la force et le courage!-
invite de verdad a arrepentirme
con algún resto de sinceridad.

Ya nada temo más que mis cuidados.

De la vida me acuerdo, pero dónde está.

T´INTRODUIRE DANS MON HISTOIRE...
La vida a veces es tan breve
y tan completa que un minuto
-cuando me dejo y tú te dejas-
va más aprisa y dura mucho.

La vida a veces es más rica.

Y nos convida a los dos juntos
a su palacio, entre semana,
o los domingos a dar tumbos.

La vida entonces, ya se cuenta

por unidades de amor tuyo,
tan diminutas que se olvidan
en lo feliz, en lo confuso.


La vida a veces es tan poco

y tan tensa -si es tu gusto...
Hasta el dolor que tú me haces
da otro sentido al ser del mundo.

La vida, luego, ya es nosotros

hasta el extremo más inmundo.

Porque quererse es un castigo

y es un abismo vivir juntos.